Sant Pol de Mar
A finales del siglo XVIII ya lo largo del siglo XIX, con la concesión de la libertad de comerciar con América (en 1778) Cataluña vivió un resurgimiento económico gracias al comercio de productos como el vino o los aguardientes.
En Sant Pol la pesca era la actividad económica más importante a pesar de la existencia de una fábrica de aguardientes y el comercio de la vid. En aquella época también se pasaron penurias y hubieron guerras como la del Francés o las Guerras Carlistas y muchos hombres, que a raíz de ello habían quedado sin trabajo, decidieron marchar hacia América con la esperanza de construir una vida mejor.
Este movimiento migratorio se extendió sobre todo en las zonas del litoral entre la población marinera. Los chicos partían bien jóvenes y trabajaban en trabajos duros, en plantaciones o como descargadores en los puertos, y si volvían, lo hacían a los 15 o 20 años después de haber creado una pequeña fortuna. Cuando llegaban al pueblo, lo primero que hacían era construirse pequeños palacios para demostrar su nueva condición social.
La mayoría de emigrantes fueron a Cuba y es por eso que algunas calles del pueblo tienen nombres de ciudades cubanas, como la Calle Manzanillo y la Calle Habana.
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