Palafrugell
Desde la segunda mitad del siglo XVIII, varios palafrugellenses participaron de forma activa en el comercio colonial americano. Tomàs Prats y Miquel Serra y Avellí tenían casa abierta a Cádiz, puerto que tuvo el monopolio del comercio con América.
De la ciudad gaditana y de Guatemala lideraron el "grupo de Palafrugell", un círculo de comerciantes de la ciudad que fletaron las primeras naves catalanas hacia las colonias a partir de 1765. Durante el XIX la presencia de emigrantes de la villa en América se incrementó (cabe destacar el filántropo Josep Torres Jonama) y se focalizó en la colonia de Cuba y en Argentina, y durante la guerra de Cuba de 1898 varios vecinos fueron embarcados hacia una guerra no deseada. El legado de los indianos en Palafrugell apenas se empieza a investigar.
Los Bassa y Llorens son una familia ampurdanesa de fuertes convicciones religiosas y raíces catalanistas, que encontraron en la lejana América los instrumentos para erigirse en defensores acérrimos de la lengua y la cultura catalanas a través de los medios de comunicación y de diferentes entidades catalanas en Argentina.
Finalmente, hoy la ciudad es reconocida por las habaneras, la gran aportación musical que ha hecho Cuba en Cataluña. Desde el año 1967, se celebra la popular Cantada de Habaneras de Calella de Palafrugell.